Relación entre la displasia fibromuscular y el accidente cerebrovascular
La displasia fibromuscular (FMD) es una enfermedad en la cual un segmento corto de un vaso sanguíneo (generalmente una arteria) se estrecha por un crecimiento anormal en la pared. Esto se debe a un proceso conocido como "hiperplasia fibromuscular", también conocida como fiebre aftosa. La fiebre aftosa puede afectar los vasos sanguíneos en el cuerpo, pero con mayor frecuencia afecta los vasos sanguíneos que llevan la sangre a los riñones y al cerebro. Cuando la fiebre aftosa afecta los vasos sanguíneos que alimentan el cerebro, esto puede causar accidentes cerebrovasculares.
¿Cuáles son los síntomas de la displasia fibromuscular (FMD)??
Una persona con fiebre aftosa a menudo no siente ningún síntoma. Sin embargo, después de que el crecimiento anormal de las paredes de los vasos sanguíneos afecta el flujo de sangre a una parte del cerebro, los pacientes pueden sentir dolores de cabeza, dolor de cuello, zumbidos en los oídos, vértigo y náuseas. También pueden ser temporalmente incapaces de ver a través de uno o ambos ojos, o incluso experimentar la pérdida repetida de la conciencia. Desafortunadamente, en muchos casos, el primer síntoma de la fiebre aftosa es un ataque isquémico transitorio o un derrame cerebral..
¿Qué causa la fiebre aftosa??
Los científicos asocian la fiebre aftosa con genes, hormonas y otros factores, pero aún se desconoce la causa de la fiebre aftosa. Las personas que experimentan un mayor riesgo de fiebre aftosa incluyen:
- fumador
- personas con presión arterial alta
- Alguien con un familiar o familiar que haya experimentado la fiebre aftosa
Cómo diagnosticar la fiebre aftosa?
Existen varias pruebas para diagnosticar la fiebre aftosa, pero las dos más comunes son:
Ecografía dúplex: esta prueba mide la velocidad de la sangre que pasa a través de un vaso sanguíneo. En los vasos sanguíneos afectados por la fiebre aftosa, la velocidad del flujo sanguíneo aumenta porque se precipita a través de un área estrecha donde las paredes de los vasos sanguíneos se engrosan con la fiebre aftosa..
Angiografía por TC: esta prueba inyecta un medio de contraste en el área de los vasos sanguíneos afectados por la fiebre aftosa. Este medio de contraste aparece en una radiografía, de modo que el área brillante representa la forma del interior de los vasos sanguíneos. La forma distintiva de los vasos sanguíneos afectados por la fiebre aftosa en la angiografía por TC se conoce como "cuentas", porque las áreas brillantes en la exploración por TC o la exploración por TAC se ven como hebras de perlas.
Cómo tratar la fiebre aftosa?
Algunas técnicas se utilizan para reabrir los vasos sanguíneos afectados por la fiebre aftosa. Los más comunes son:
Angioplastia percutánea y colocación de stent: en este procedimiento, se inserta un cable especial conocido como "angiografía por catéter" en un vaso sanguíneo en la ingle y se dirige a todas las áreas de los vasos sanguíneos afectados por la fiebre aftosa. Una vez allí, el globo conectado a la punta del catéter se hinchó lentamente, haciendo que se expandiera un área estrecha de los vasos sanguíneos. A veces, también se coloca un cable de conexión especial llamado stent para evitar que la misma área de los vasos sanguíneos se exponga a la FMD.
Resección y anastomosis: este es un procedimiento quirúrgico en el que se disecciona el área de los vasos sanguíneos afectados por la fiebre aftosa.
Colocación de autoinjerto: este tratamiento de la fiebre aftosa consiste en extraer una parte del vaso sanguíneo afectado por la fiebre aftosa y reemplazarla con un pequeño segmento del vaso sanguíneo que se extrajo previamente de otra parte, generalmente del pie.
Endarterectomía carotídea: este procedimiento se realiza para reabrir la arteria carótida cuando se estrecha debido a diversas enfermedades, una de las cuales es la fiebre aftosa. Este tipo de cirugía implica la extracción manual de áreas de vasos sanguíneos que interfieren con el flujo sanguíneo normal.