Manejo del dolor muscular en niños
Como padre, es natural que siempre trate de proteger a su hijo de las lesiones y el dolor. Pero la verdad es que, cuanto lo intentas, los niños aún corren el riesgo de caerse y lastimarse. Lo más importante es enseñar a los niños a recuperarse aprendiendo a lidiar con su dolor. Lo más probable es que este dolor sea causado por el dolor muscular. A través de este artículo, explicaremos algunos consejos que puede hacer cuando un niño está herido y con dolor..
Cuando llega un niño y se queja de dolor, debe revisar el dolor para encontrar el tratamiento adecuado. Algunos niños pueden no ser capaces de expresar dolor a través de verbal. Debe tener cuidado al ver cambios en su comportamiento, como fruncir el ceño o rechinar los dientes. Algunos niños pueden acurrucarse o negarse a comer. Si ve signos como este, su hijo puede sentir dolor.
Puede pedirles que evalúen su propio dolor en una escala del 1 al 10. Este paso puede informarle sobre el nivel de dolor que tiene el niño y cómo manejarlo. Lo primero que puede hacer es identificar la fuente del dolor. Esto puede ser difícil si el niño todavía no se comunica con fluidez. Busque otros signos o síntomas relacionados con el dolor muscular, como fiebre, lesiones o cambios en la actividad o el comportamiento de un niño. Al conocer la causa, puede tratar el dolor muscular manejando la causa primero..
Para tratar el dolor en los niños, puede utilizar un método sin medicamentos como los siguientes:
- Desvía la atención de los niños. La atención de los niños suele ser fácilmente desviada. Reproduzca sus programas de TV o videos favoritos para ayudarlos a olvidar el dolor. También puedes intentar leer un libro o regalar un juguete favorito. Este paso suele ser exitoso para casos de dolor leve..
- Compresa fria Cuando un niño experimenta dolor muscular, puede darle una compresa fría o envolver una toalla llena de cubitos de hielo. Para asegurarse de que el niño no tenga congelación, limite cada sesión a aproximadamente 20 minutos al día, según sea necesario.
- Compresas calientes. Después de reducir el dolor y los espasmos musculares, puede colocar compresas tibias para suavizar el flujo sanguíneo y acelerar el proceso de curación.
- Estirar los músculos. Realice ejercicios de estiramiento muscular ligero para evitar que vuelvan los calambres. Este ejercicio también es útil para entrenar los músculos de un niño que rara vez se usan.
- Masajes El masaje puede suavizar el flujo sanguíneo, aliviar el dolor y relajar los músculos tensos.
- Cuello o tirante en la espalda. Estas herramientas pueden apoyar y permitir que los músculos se relajen..
Cuando los métodos sin medicamentos no funcionan, puede probar varios medicamentos para aliviar el dolor. El médico o farmacéutico puede recomendar paracetamol (Tylenol® o Panadol®) o ibuprofeno (Advil® o Motrion®).
Siga vigilando la condición de su hijo después del tratamiento. Póngase en contacto con su médico de inmediato si el dolor empeora, mientras que la medicación y los tratamientos físicos y psicológicos no ayudan a reducir el dolor..
Consulte con su médico acerca de sus preocupaciones sobre la condición del niño. Para casos más graves, lleve inmediatamente al niño al centro médico de emergencia más cercano. El equipo médico puede proporcionar la atención adecuada para satisfacer las necesidades de su hijo..