Entender los aditivos alimentarios
Los aditivos en los alimentos, cuando se usan adecuadamente, nos permiten disfrutar de una variedad de alimentos saludables cuando lo deseamos. Muchas personas se preocupan por los aditivos y creen que los aditivos son químicos tóxicos producidos en el laboratorio. Este miedo es infundado..
Las sustancias aditivas ayudan a mantener los alimentos saludables de 5 maneras importantes:
- Decadencia lenta
- Aumentar o mantener el valor nutricional.
- Hacer pan y pastel expandirse
- Enriquece el sabor, el color y la apariencia..
- Mantener la consistencia del sabor y la textura.
Los aditivos adheridos a las etiquetas de los alimentos con sus nombres químicos parecen más familiares cuando se conocen sus nombres comunes. Por ejemplo, la sal es cloruro de sodio, la vitamina C es ácido ascórbico y la vitamina E es alfa tocoferol, no todos los aditivos tienen un nombre común, pero es bueno recordar que todos los alimentos están hechos de químicos, al igual que nuestros cuerpos. Los fabricantes generalmente solo usan tantos aditivos como sea necesario para lograr los resultados deseados.
Los aditivos más utilizados son la sal, el azúcar y el jarabe de maíz, la vitamina C, la vitamina E y el hidroxianisol butilado (BHA) y el hidroxitolueno butilado (BHT). Estas sustancias conservan, evitan los olores desagradables de las grasas y aceites, y evitan la decoloración y las texturas. Los aditivos también se utilizan en el embalaje, y para ello, los aditivos utilizados deben ser aprobados.
Aditivos que enriquecen y fortalecen.
Los aditivos utilizados para enriquecer y fortalecer los alimentos son beneficiosos. La adición de aditivos restaurará los nutrientes esenciales que se pierden al procesar las materias primas. Por ejemplo, la harina y el arroz están enriquecidos con vitamina B, que se pierde cuando se muele. Como un esfuerzo de salud pública, ciertos alimentos se fortalecen con nutrientes esenciales para garantizar que las personas consuman cantidades suficientes para mantenerse saludables. La vitamina D, por ejemplo, se agrega a la leche; vitamina A en la margarina; y hierro y ácido fólico en harina y cereales..
Los aditivos no parecen afectar la hiperactividad
Un alergólogo infantil afirma que la hiperactividad en los niños se reduce considerablemente cuando siguen los patrones de alimentación sin aditivos, incluidos los colorantes y saborizantes artificiales, así como los salicilatos que están presentes de forma natural en las frutas y verduras..
Sin embargo, es posible que su hijo sea más sensible a ciertos ingredientes o alimentos. Si cree que no hay una conexión entre el comportamiento y la dieta de su hijo, consulte a su pediatra que puede estar realizando una prueba de sensibilidad o sugiera reducir los factores desencadenantes de los alimentos y buscar fuentes alternativas cuando se relacionen con nutrientes esenciales..