Varias opciones para tratar la enfermedad hepática
Una vez que sepa que tiene una enfermedad hepática, es posible que desee saber más sobre cómo tratar su enfermedad hepática. Su tratamiento depende de la causa y la gravedad de su enfermedad hepática. Aquí explicamos los diferentes tipos de enfermedad hepática y las opciones de tratamiento..
Tipo de enfermedad hepática
La enfermedad del hígado incluye una variedad de condiciones y causas. Aunque tienen diferentes causas y síntomas, pueden causar insuficiencia hepática (el hígado está dañado, no se puede curar y deja de funcionar). La insuficiencia hepática es una afección potencialmente mortal que requiere atención médica urgente.
- La enfermedad hepática relacionada con el alcohol es el daño al hígado causado por el uso prolongado del alcohol. La primera etapa de la enfermedad hepática relacionada con el alcohol es hígado graso alcohólico, que cambiará a hepatitis alcohólica y luego a cirrosis, donde el hígado está significativamente lesionado y no puede funcionar correctamente.
- La enfermedad del hígado graso no alcohólico también causa grasa hepática al principio, aunque no usa alcohol y también puede convertirse en cirrosis..
- La hepatitis es un término usado para describir la inflamación del hígado. Este es el resultado de una infección viral o daño hepático causado por el alcohol. Dependiendo del virus que causa la enfermedad, existen varios tipos de hepatitis..
- La hemocromatosis significa que el nivel de hierro en el cuerpo es demasiado alto. El exceso de hierro se acumula en los órganos, como el corazón y el hígado, y puede causar lesiones al hígado o cáncer de hígado.
- La cirrosis biliar primaria es una afección en la que se daña el conducto biliar del hígado. Esto causa una acumulación de bilis en el hígado y finalmente deja una cicatriz en el hígado..
Aunque algunas enfermedades del hígado pueden sanar, algunas son crónicas. Solo puedes controlar los síntomas y prevenir un mayor desarrollo de esta enfermedad..
Tratar la enfermedad hepática con cambios en el estilo de vida.
La forma más fácil de controlar su enfermedad hepática es a través de cambios en el estilo de vida. Si tiene una enfermedad hepática, es posible que tenga una lista de restricciones para evitar que su corazón sufra más daños. Mantener una dieta saludable también puede asegurar que su corazón no trabaje demasiado para eliminar las toxinas del cuerpo. Su médico puede recomendarle que se mantenga alejado de las grasas trans, la sal, el azúcar, los alimentos procesados y que reduzca las proteínas grasas. Los cambios en su dieta pueden implicar:
- Aumenta la ingesta de carbohidratos en proporción a la cantidad de proteína que comes.
- Tome vitaminas y medicamentos recetados por los médicos para la presión arterial baja, problemas nerviosos o problemas nutricionales de la enfermedad hepática.
- Reduciendo la cantidad de proteína que comes. Esto ayudará a limitar la acumulación de residuos tóxicos..
- Limite su consumo de sal. La sal en la dieta puede empeorar la acumulación de líquido y la hinchazón en el hígado.
Cuando haga ejercicio, debe comenzar con un ejercicio de estiramiento ligero y ligero que se adapte a su condición física. Aumentar lentamente las sesiones de ejercicio o duración. Si necesita ayuda para planificar un programa o necesita que alguien lo guíe a través del programa, puede encontrar un experto en acondicionamiento físico con experiencia en programas de "necesidades especiales". Es difícil seguir adelante con su plan, pero recuerde su motivación y viva sus actividades.
Tratamiento de la enfermedad hepática con medicamentos.
Cada enfermedad hepática tendrá su propio régimen de tratamiento específico..
- Enfermedad hepática relacionada con el alcohol: desafortunadamente, actualmente no existen tratamientos médicos específicos para la enfermedad hepática asociada con el alcohol. El tratamiento generalmente deja de beber y cuidarse para controlar la condición..
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico: como la enfermedad hepática asociada con el alcohol, el tratamiento, especialmente por tratarse a usted mismo. Aunque la mayoría de las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico no desarrollarán problemas serios cuando puedan seguir su plan de autocuidado..
- Hepatitis: Con varios tipos de hepatitis, existen diferentes tratamientos. La hepatitis causada por un virus, el tratamiento puede utilizar medicamentos antivirales. Mientras que el tratamiento para la hepatitis autoinmune involucra medicamentos que suprimen el sistema inmunológico y reducen la inflamación.
- Hemocromatosis: el tratamiento es muy sencillo. El médico extraerá regularmente sangre de su cuerpo alrededor de 500 ml, generalmente la misma cantidad que en un donante de sangre, para reducir el hierro en la sangre. Otro método es usar deferasirox, un medicamento para ayudar a eliminar el hierro de la sangre..
- Cirrosis biliar primaria: el médico le recetará ácido ursodeoxicólico para prevenir o retrasar el daño hepático, aunque no lo cure. Si este tratamiento no funciona correctamente, es posible que necesite un tratamiento adicional..
En la enfermedad hepática en etapa terminal, como la cirrosis, el hígado no puede trabajar para eliminar las toxinas adecuadamente, lo que produce un aumento de los niveles de amoníaco en la sangre y encefalopatía (letargo, confusión, coma). El amoníaco se puede encontrar en alimentos proteínicos como la carne. Es posible que necesite medicamentos para controlar la cantidad de proteína absorbida. Una dieta baja en sodio y píldoras iuréticas pueden ser necesarias para minimizar la retención de agua en el hígado.
Tratar la enfermedad hepática con trasplante de hígado.
El trasplante de hígado suele ser la última forma de tratamiento. Su médico le recomendará un trasplante de hígado cuando todas las demás opciones de tratamiento fallan. Esto es cuando su corazón ya no funciona y necesita un corazón sano de la gente (hígado donante) otro para la vida. Hay un proceso largo para asegurar que el donante de hígado sea perfecto o adecuado. Hay muchas complicaciones que pueden ocurrir, como el rechazo del hígado y la infección. Es importante seguir cuidadosamente las instrucciones del médico antes y después de su trasplante de hígado..